lunes, 13 de diciembre de 2010

Comunidad

Como todos, este relato también anda colgado por la red ;) pero este tiene algo especial, está inspirado en y dedicado a Zor, que fue capaz de enredarme mucho más en todo lo que ya me atraía, y también de hacer que me atrajeran muchas otras cosas...en resumen de hacerme un poco adicta a él, qué remedio ^^...

"Había oído hablar de las comunas hippies. Y de las comunidades amish. Pero nunca pensé que pudiera existir algo así. Paseo por la calle cogida de tu brazo, mirando al suelo, semidesnuda, con un collar cuya cadena sostienes en la mano que llevas dentro del bolsillo de la cazadora. Voy descalza porque así se reconoce a los nuevos, nos cruzamos con hombres y mujeres que nos miran con descaro, parándonos con algunos, que se permiten acariciar mi cara, y a los que tú cortas cuando te parece que no podré resistir más. Y otros, normalmente en peores condiciones que yo, que también miran al suelo. Y no podría estar mejor. Estoy sufriendo una humillación que nunca llegué a imaginar, cogida de tu brazo, y no podría elegir mejor lugar.

Pero seguramente sea mejor empezar por donde siempre empiezan las historias…por el principio…

Asimilar cómo hemos llegado a dónde estamos es bastante complicado, nunca pensé que alguien podría motivarme y hacerme sentir tanto a través de Internet o del teléfono, y sin embargo me enganché a ti. A tu voz, al morbo que desprendías y a lo que te gustaba jugar conmigo. A tus historias. Y eso que al principio, mi primera toma de contacto contigo, fue de verdadero terror…pero en fin…

Como la carne es débil, al final conseguimos quedar, tomar algo, vernos, enredarnos en una relación fantástica, sorprendiéndonos de vez en cuando el uno al otro, y también de a dónde hemos llegado, de qué forma…Y así acabé totalmente enganchada, sin opción de retractarme.

No se me ocurría nadie mejor con quien explorar mis límites, por mucho que me esforzara y por muchos príncipes que fuera conociendo. Quizás porque no quería ser sólo una princesa. Ni tampoco sólo una puta. Quería ser sólo tuya.

Seguramente debiera escribir sobre el primer día que nos vimos, o los siguientes…pero eso, si tal, ya será otra historia. Lo importante, es cómo llegué a esta situación desde el día que me propusiste perder la vergüenza de una forma drástica. Y tan drástica…

-Ayyysh…se me ha ocurrido una maldad – me dijiste al colgar el teléfono, mordiéndote el labio inferior y mirándome con ese gesto de que sabes que controlas la situación, que yo intentaré cumplir siempre lo que dé a imaginar esa mente tan retorcida y deliciosa.

-No sé por qué no me sorprende…

- Es que no sé si es demasiado fuerte aún para ti, con eso de que te doy miedo…

-No vuelvas sobre eso…y no vale empezar a hablar y dejarme la miel en los labios…

Sacaste la lengua, mordiéndotela, y sonreíste.

-Preferiría dejarte otra cosa ahora mismo.

-¿Eh?

-En los labios…

Estábamos en tu sofá, con la música puesta. Tú estabas sentado a la derecha y yo tenía mi cabeza en tus piernas, en uno de esos momentos de calma y toma de contacto con el mundo real.

-Pero, ¿Nunca te cansas?

-Contigo aquí no podría aunque quisiera…para lo poco que vienes a verme…-sonaba a chantaje, sabes de sobra que si pudiera me quedaba en Madrid, pero estamos a mitad de curso. Y de igual forma la economía de estudiante tampoco me da para verte siempre que quiero – tendré que aprovechar esa boca y ese cuerpo, ¿No?

-Tú sabrás…

-Da gusto lo mimosa que te pones ¿eh? y lo bien que entras en tu papel…-te hiciste el enfadado, como si te creyera…pero te seguí el juego.

-Sabes que esta boca-dije, incorporándome a besar y morder tu cuello- es tuya. Sabes que este cuerpo-sin separarme de ti, te hice levantar del sofá llevando una de tus manos a mi cintura- es tuyo. Puedo meterme en el papel, y no demostrar nada, o tomarte el pelo, que protestes, y demostrarte todo.

-Hmmmmm esto va sonando mejor…-te inclinaste a besarme, apretándome con fuerza contra ti, mordiendo mis labios, dejando que yo te correspondiera, y te separaste, mirándome a los ojos- llevas demasiada ropa-bajé la mirada, y tú me levantaste la cara cogiéndome por la barbilla.

- Que me mires. Y quítate la camiseta mientras lo haces.

Como lo disfrutas y qué vergüenza me haces pasar con esas cosas. Encima, lo que tú llamas "demasiada ropa", era una camiseta larga, de las de propaganda, y nada más. Y cuando digo nada más, es nada. Si no hay nada que me lo impida, contigo debo olvidarme siempre de la ropa interior, y es lo que he hecho. Así que me quité la camiseta mirándote, y la dejé caer al suelo, esperando.

-Estás mucho más guapa.

-Gracias…-al mirarme con esa cara de "ahora te pillé", me di cuenta- …Amo.

Sonriendo, de nuevo te inclinaste a besarme.

-Casi…

-Lo sé…

La boca, la quijada, el cuello. Notaba tu piercing en la piel, y cómo me mordías. Como si no hubiera mañana. Como si estuvieras hambriento. Me estremecía, todo lo quieta que podía, conteniendo la respiración y recuperándola en jadeos al no poder contenerlos más. Con una mano a mi espalda, me inclinaste hacia atrás, quedando dependiente de que tú me sostuvieras. Con la otra dibujabas mi cuerpo, la pasabas entre mis pechos hasta abarcar la parte delantera de mi cuello. Te deleitabas.

Me abandoné al contacto, y una punzada de dolor me sacó de él. Me miraste, sosteniendo aún entre los dientes el pezón que decidiste morder con tal fuerza, y sonriendo: me habías oído quejarme y te había encantado.

-Ve por las cuerdas. Y hazlo como una buena perrita.

Asumiendo que querías verme a cuatro patas, me fui gateando a buscarlas, y volví con ellas como pude, dejándolas sobre mi espalda y sosteniendo un lado con la boca para que no cayeran. Me quedé de rodillas esperando a que hicieras algo, y por supuesto, te eternizaste en dar señales de vida viéndome así.

-A veces da gusto verte…

-Gracias…

-Levántate, vamos.

El bondage siempre me había atraído un montón, de hecho fue como el detonante de todo contigo, te gustaba, controlabas, me enseñaste unas fotos chulísimas, me enredaste con todo lo que me contabas mejor que con cualquier cuerda.

Me levanté y quedé frente a ti, sin ser capaz de mirarte…aún ahora no soy capaz siempre…me levantaste la cabeza para que te mirara mientras acercabas las cuerdas a mi piel buscando erizármela. Te colocaste a mi espalda para dejar mis muñecas atadas, con un brazo sobre el otro cruzando la espalda, dibujando una espiral alrededor de cada uno, y llevando cada extremo de las cuerdas hasta mis hombros. Desde ese punto, dejaste caer las cuerdas x mi pecho inclinándote a arañarme el cuello con los dientes. Sin moverte, pasaste las cuerdas bajo mi pecho, rodeándome, y volviendo adelante para pasarlas por encima, repitiéndolo varias veces, de forma que mis pechos fueron quedando aprisionados entre dos zonas de cuerdas tensas que, poco a poco, hipersensibilizaron toda la zona que no quedaba tapada. Acabaste tu juego volviendo a subir a mi cuello para unir los dos extremos a la altura de mi esternón, atándolos juntos, y bajarlos entre mis piernas como una sola cuerda, dejándola atada de nuevo junto a mis brazos, de forma que quedé inmovilizada de cintura para arriba pero con las piernas libres. Aún así, más me valía no moverme mucho, porque las cuerdas entre las piernas se apretaban a cada movimiento torturándome cada vez un poco más y haciendo que me subiera un escalofrío tras otro por la columna.

-Para ser así rápido, me has quedado muy bien…ahora ven aquí…

Me hiciste arrodillarme a tu lado en el sofá, colocándote entre mis piernas, de forma que ya me llegaba con mantener el equilibro como para controlarme mucho más, y empezaste a jugar conmigo: Mordías mi piel, me arañabas, pasabas la lengua con dulzura después de hacerme gemir del dolor, y repetías, viéndome temblar cada vez más, manteniendo el poco silencio que podía, hasta que bajaste una mano a donde las cuerdas más me torturaban, para colar un dedo entre ellas y notar que, como siempre, me podía más el morbo y el placer que lo difícil que me lo pusieras o lo fuerte que pudieras morder.

-Estás mojada. Guarra. Qué fuerte.

-Tampoco es que pueda evitarlo…

-Deberías. Hay muchas formas de entrenar eso.

-Por mucho que entrenara tú me puedes más que eso.

-¿Te puede más lo que te hago que tu autocontrol? Eso es de zorras…me encanta.

Empezaste a mover el dedo con rapidez y a tirar de las cuerdas, hasta que mis pequeños espasmos dieron lugar a temblores con los que yo ya no podía, empezando a gemir a pesar de tener el labio bien mordido, hasta que caí sobre tu hombro completamente incapaz de seguir manteniendo el equilibrio.

-No me mojes las cuerdas, puta. Aguanta.

-Nnnoo…voy a poder muuucho..mááás…

-Me encanta…

Empezaste a deshacer los nudos, dejando las cuerdas cayendo desde mi cuello a modo de collar, y sin desatar mis brazos ni mi pecho me colocaste apoyada sobre el respaldo del sofá, dándote la espalda bien abierta de piernas, y te acercaste a mí acariciando con dos dedos mis piernas, te agachaste a mi espalda y pasaste la lengua sólo porque sabes que teniéndome al límite, tu piercing sólo podría matarme. Noto tu aliento y empiezo a gimotear…

-Oh vamos Zor te lo pido por favor no lo hagas…

-Ni que fuera cosa tuya…

-Te he dicho que no podía aguantar mucho más, estás jugando con el diablo.

-Uno, me da igual lo que digas –y con esa frase empezaste a lamerme evitando el clitorís-. Y dos, estoy jugando contigo…

-Aaaaah jooooder…

-Joder, ¿qué, puta?

-Que no puedo máááss…

-Pues vas a tener que poder…

Te levantaste, y oí cómo te quitabas la ropa, hasta notar tu polla empapándose de mis jugos.

-Bbbbufff pero qué mojadita estás…

Acariciándome con ella, veías como yo me moría de ganas, casi podía imaginarme tu cara conteniéndote sólo por putearme. Entonces, con la mano abierta, me palmeaste el coño, diciéndome lo zorra que era por estar así sólo por estar atada…

-Es sólo porque me ataste tú…

-Hmmmm, tocado…y hundido.

Sin esperar más, me clavaste la polla de un golpe, abrazando mi cintura con una mano, mientras subías la otra para mimar mis pechos y cogerme por el cuello, embistiéndome salvajemente y sin decir nada más.

-Joder, me pones muchísimo…

-Mee aaa-aalegro…

-¿Te alegra ser una zorra?¿Por?

-Porque…tú….me lo pides y tú…lo disfrutas…

-¿Cómo lo llevas?

-N-necesito coooorrerme, yaaa ssí qu,quee no puedo másssss…

-Córrete puta, córrete…

Me abandoné completamente mientras seguías embistiéndome, apretándote con cada orgasmo, esforzándome por apretarte más aún si cabe para que lo disfrutaras más…

Me bajaste del sofá cuando ya no podías más, y cogiéndome del pelo me metiste la polla en la boca, para acabar dentro. Te apartaste y deshiciste el resto de los nudos, dejando caer la cuerda a mis pies y levantándome.

-¿Lo has tragado?

Negué con la cabeza, no podía hablar.

-Hmmmm así que lo estás saboreando…

No sabía que responder así que desvié la mirada. Me cogiste por la cintura y me hiciste mirarte de nuevo.

-Dime, ¿Lo disfrutas?

Con una vergüenza enorme asentí con la cabeza, y te vi sonreír. Me pusiste una mano en la parte frontal del cuello, por donde me habías cogido, y donde se veía la zona enrojecida.

-¿Te he hecho daño?-Volví a negar-Entonces, traga.

Abrí la boca, sonriendo, después de que con esa mano apoyada notaras cómo tragaba, y me besaste. Volviste a sentarte en el sofá y yo me acerqué al respaldo dándote un masaje en los hombros. Tras un rato, me cogiste una mano y me hiciste sentarme contigo, cogiéndome mientras me acariciabas el costado.

-¿Me he ganado que me cuentes aquella maldad de la que hablabas?

-Te lo iba a contar igual…

-Ahora me lo dices…

-Sssssh. Me han invitado a un sitio alucinante.

-¿Sí? Qué raro…

-Oh venga, hablo en serio…

-Cuéntame.

-No podría darte muchos datos, tendrías que confiar en mí.

-¿No me va a doler ni va a estar allí nadie que no quiera ver?

-No puedo contestarte con sinceridad a ninguna de las dos cosas.

-…joder…qué alentador…pero dime algo…

-Unos buenos amigos se han currado la fantasía a mayor escala hasta ahora, que yo sepa o conozca, vaya. Han "revivido" un pueblito donde todo quebró, no es nada rural y antiguo, hay un par de casonas señoriales, pero en general son edificios nuevos, con luz, agua corriente, etc.

-¿Y he de suponer que en una de esas casas…?

-Supondrías mal.

-¿Eh?

-En TODO el pueblo, niña, se practica BDSM de una forma libre, no perseguida, pública a más no poder, pero con su privacidad, aún así.

-¿Y si viene alguien que no es del pueblo?

-Hay un sistema de seguridad en varios kilómetros alrededor. Sólo se pasa invitado.

-Alucinante…

-Quisiera ir…

-¿Y qué te lo impide?

-Tú…

-¿Perdón? ¿Desde cuándo supongo un impedimento?

-Desde que quiero llevarte conmigo…al darte terror la exhibición…

-Así que ahí estaba tu maldad…

Me quedé callada, sopesando qué me podía más. Quería ir contigo pero sabía que me iba a morir si tenía que exhibirme…

-Zor…

-¿Hm?-te habías ido adormilando mientras yo sopesaba pros y contras…

-…iré

-¡¿Eh?!-pareció que alguien te tiraba un cubo de agua fría, vaya forma de despertarte.

-Si tú me lo pides, si tú quieres, iré. Pero te haré rejurarme cada poco que no lo voy a pasar mal, en lo que a mis límites se refiere.

-¿La vergüenza entra como límite?

-Intentaré dejármela en casa, o quejarme poco.

-No sabes lo que me encanta oírlo. Va a ser genial, va a ser salvaje, ¡diosss! va a ser tan salvaje…me encanta, me encanta…

Me apoyé en ti y me quedé oyendo la música…ahora sólo había que esperar…"

viernes, 10 de diciembre de 2010

Frustraciones

Enredada para siempre en el vicio y el morbo más difíciles. Buscando la perfección de la mano de quien sabe. Y frustrada porque aún no...aún no...

viernes, 26 de noviembre de 2010

¿La zorra de quién? (2)

-No puedo creerlo- ya sonrío, el día me supera.

-¿Te ríes de mí?

-No Leo joder, no me río de ti, sólo que este día está siendo muy rarito.

-Y no me vas a decir que opinas…

-Pues…nah…

-Oh, vamos, no puedes resistirte mucho tiempo y lo sabes…-Leo vuelve a hundir la cabeza entre mis piernas y…y a mí no me da para más…

-Vale vale vale, tú ganas, sal de ahí de una vez, ¡Vicioso de mierda!

-Eh…-dice Alma- …pues no te creas que le quedaría mal eso en el collar…

Leo nos mira mal a ambas. Una cosa es lo que nos guste y otra que no haya confianza entre nosotros, así que se la dejo pasar…pero Alma alarga la mano a la fusta y le da una sola pasada.

-Igual te conviene recordar un poco dónde estamos…

-Lo siento mi Señora, no lo volveré a hacer.

-Niña, contéstale al pobre que has dicho que ganaba, y yo también me muero de curiosidad.

-Y lo sabías.

-Claro que lo sabía-Alma se ríe, ha preparado esto con intención de volverme loca a mí, acabo de vérselo en la cara…

-¿Puedo opinar algo antes?-No sé en qué momento Carlos se había acercado al sofá, pero ahí estaba. Ahora mismo podía no opinar, en lo que a mí respecta creo que el mundo está confabulando en mi contra y éste viene directo a darme un gancho de izquierda…

-Dinos…

-Hace mucho que no estoy con ella a mis pies…y que no siento esa boquita…ni la hago retorcerse…y nunca he tenido la oportunidad de tutorizar una sesión de un novato…

-Y yo hace mucho que no tengo un esclavo abanicándome en la playa mientras bebo un Martini preocupada únicamente por dónde ir a bailar esa noche…Carlos, no seas malo, serían muchos cambios en un solo día, y además no estoy de humor.

Carlos se acerca, zalamero. Te veo arrodillado en el suelo, con Alma sujetando firmemente tu collar, ambos pendientes de esta conversación. Ya sabes todo lo que tienes que saber de Carlos, siempre supo despertar en mí un poco de locura, y habíamos estado juntos, de muchas formas, muchas veces.

-¿Sabes lo guay que sería que tu perra aprendiera de una tan morbosa como tú? ¿Qué viera como cumples cuando estás conmigo?

Ahora mismo, lo único "guay" que se me ocurre es que le caiga algo en la cabeza…¿No tendré ya bastante como ara encima lidiar con él? Mierda, como sonríe. Y Alma. Ay, joder, joder, los adoro, pero ahora mismo los odio tanto…

Alma tira de tu collar y te lleva a un extremo de la habitación, dejándote atado allí, a una argolla de metal bien escondida tras una cortina.

-¿Cuánto hace que lo estáis planeando? ¿Cuándo lo decidisteis?

-Ssssh…-Carlos me pone un dedo en los labios, ¡¡Diosssss!! ¡Se lo mordía!

Ahora es él quien deja a su niña atada, y Alma se inclina a recoger algo que está en el mueble tras el sofá…

-Mira lo que tengo para ti…

Mi collar. Mierda. El hecho a medida que yo creía en mi casita. Más y más mierda, no quiero ceder, tengo tanto que mantener el control para que a ti no te hagan nada que realmente te moleste, como mantenerlo para no gritar de todo lo que tengo en la cabeza.

-Vamos dejad el jueguecito…

Carlos me levanta del sofá, y mirándome directamente a los ojos, baja los tirantes de mi vestido mientras se acerca a dar lo que yo creo que es un beso en mi cuello. Y me vuelvo a equivocar. Me da un mordisco intenso, muy salvaje, y no cesa hasta que me oye gemir de dolor.

-Ése es uno d los sonidos que quería volver a oír…

Y a partir de ahí, ya está. Me coloca el collar bien pegado, mi collar negro y verde…Alma y él terminan de quitarme la ropa, y acercan hasta poner delante del sofá una mesa pequeña, de las de café, donde me tienden, haciendo caso omiso a mis protestas, y siendo inútil que me retuerza y les amenace. Dejan mis manos atadas a las patas que hay tras mi cabeza, y atan cada una de mis piernas a los lados de la mesa, asi como mis tobillos, dejándome bien en el borde, un acceso cómodo, cómodo; después, Carlos coge mi tanga y enrrollándolo me lo mete en la boca. Veo tu cara de flipe…

Alma toma la palabra:

-Bueno, vamos a jugar a un juego. Aquí la niña está agobiada, y se cree que no lo notamos porque no la conocemos, o porque somos idiotas. Y además está agobiada porque nunca hizo una cesión, tiene miedo de lo que te pase a ti –te señala-, está preocupada porque no lo disfrutes, o lo disfrutes demasiado y se lo pidas más veces, Leo acaba de provocarle un shock…Veamos, es obvio que le hace falta relajarse, y…¿Cómo os quedáis vosotros más relajaditos?

¡Te brillan los ojos, cabrón, te he visto!

-Con permiso…

-Sí dime niño, ¿Cómo podemos ayudar a tu Ama?

-Yo me quedo muy relajado después de un orgasmo…

Alma sonríe, pero ya con cara de mala, de viciosa, y de perversa. ¡Y de mala persona! O así la veo yo ahora mismo vaya…

-Exactamente...-se acerca a vosotros y os desata, dejándoos los collares puestos- Sentaos y disfrutad de la mejor cualidad de esta niña, en lo que a sesiones se refiere. Luego entraréis en juego.

Laura, la niña de Carlos, y tú, os sentáis bastante cortados, ya que no sabéis ni qué hacer ni si hacer algo. Leo va a por unas copas, las acerca a una mesa camilla al lado del sofá, y pide permiso para darme de beber antes de empezar. Al recibirlo, me quita el tanga, coge mi copa, bebe, y con la boca llena viene a besarme y dejar en mi boca mi bebida. Cuando trago, lo miro mal, y antes de poder decirle nada, el vuelve a besarme, sonriendo, y cogiendo entre sus dedos un pezón que empieza a retorcerme hasta que me oye protestar. En ese momento, vuelve a dejarme el tanga en la boca y se separa.

-¿Qué, has disfrutado?- Alma lo mira sonriendo.

-Sólo me he quedado con ganas de empezar, señora…

-Olvídate de lo que eres conmigo Leo. Y del protocolo. Dedícate sólo a ella, y considéralo como mi última orden en las próximas horas.

-Hmmm…-Carlos- ése último gemido era otro de los que echaba hoy en falta…

Escupo el tanga y protesto:

-¿Qué pasa, no tengo nada que decir en esto?

Carlos se me acerca y me pone en la boca una mordaza que ata tras mi cabeza.

-Sólo te lo voy a decir una vez. Como Dom, te comes demasiado la cabeza cuando el niño te importa. Y encima se te han venido más cosas encima. Sabemos cuál es su palabra de seguridad, atenderemos a sus gestos y le dejaremos hablar. Así que olvídalo de una vez, y deja que juguemos contigo. Sabes que cuando te sientes una zorra sólo estás entregada al placer, que nada más te preocupa. Relájate, princesa, que vas a volver a ser puta…y no, no tienes nada más que decir. Y Alma, te dije que con el tanga no llegaba, que ésta cuando esta peleona no sabe dónde está el límite.

Nada más decirlo, Carlos alarga la mano hacia la fusta y empieza a recorrer mi vientre. Pero no le pienso dar la satisfacción de oírme más, ni de abandonarme. Ni quiero, ni puedo. Y según lo pienso, mi carita de libro abierto me debe de volver a traicionar.

-Puedes resistirte lo que quieras, cariño-me dice Alma pasando el dorso de los dedos por mi cara-somos 5 contra 1…

Carlos, mientras, había seguido dibujando mi cuerpo con la fusta, y acercándose a mi coño, la desplazó entre los labios, acariciando suavemente, hasta de golpe, metérmela con fuerza. Mordiendo la mordaza, apenas me tensé y por supuesto no se oyó nada más.

-No esperaba menos, puta y peleona. Como siempre.

Saca la fusta y después de pasarla por mi piel, marca unas cuantas cruces de lado a lado de mi vientre tan rápido que apenas se veía la fusta…se ven rojas sobre mi piel blanca, y escuecen horrores…pero sigo prácticamente estática. Te veo con los ojos como platos. Y recuerdo que a ti ya te dolía cualquier cosa algo menos intensa si no era con la mano. Sorpresa…ahora tengo aún más razones para no emitir sonido alguno, que veas lo que se disfruta al no dar el gusto de gimotear. Aunque puede que acabes viendo también el placer de conseguir arrancar sonidos a una cabezota.

-Lo mejor de esta zorra-Carlos parecía estar dando una puta clase- es que por orgullo o por vergüenza puede aguantar cosas así bastante bien. La cosa es saber cambiarle el chip… -mientras decía eso, se inclinó hacia mí, empezando a masturbarme de forma suave, casi imperceptible, y mirando mi reacción-y…ya está mojadita…atentos.

Empieza a hacer círculos sobre mi clítoris con tres dedos, de una forma agresiva, bestial, y al poco me tiene retorciéndome en la mesa, intentando cerrar las piernas. Se agacha a pasarme la lengua mientras empieza a taladrarme con fuerza con dos dedos, con total conciencia de que no soy de cristal y no va a romperme por ser tan salvaje, y entonces veo a Leo junto a mi cara.

-Ostras tenías razón, cómo le brillan los ojos, parece que está a punto de llorar…

-Tú –te llama Carlos- ven aquí a ver cómo usas esa lengua en tu Ama…

Sabes que el oral es mi pasión y mi prioridad, que me abandono fácilmente, que le doy importancia…y has aprendido a hacerlo de forma que a veces tengo que pararte para no derretirme allí mismo. Te acercas, sumiso, pero veo tu sonrisa, y solo alcanzo a fulminarte con la mirada, hoy será lo que sea pero puedo querer vengarme, recuérdalo…

Colocado entre mis piernas, me das un tiempo para respirar tras lo que me ha hecho Carlos. Puede parecer bondadoso, pero sé que realmente lo que haces es esperar a que me calme para que el mérito de lo que pase sea más tuyo que de nadie…y empiezas a lamer, morder y chupar de forma deliciosa y, en esos momento para mí, cruel. Alma aprovecha para recordarte que viniste a hacer allí, y te azota con el culo bien expuesto para ella, impidiéndote usar nada que no sea la boca en mí.

-Cuanto mejor lo hagas, menos durará esto…-ni que te hicieran falta alicientes…aumentas el ritmo pegándote más, de forma que tu aliento me llena y te devuelve mi olor…y se me escapa un quejido.

-Ahí estamos…vuelve al sofá-Carlos retoma su posición masturbándome con fiereza mientras va mordiéndome cerca de vez en cuando, o pasándome la lengua con ternura, sin bajar el ritmo en ningún momento.

Arqueo la espalda, soy consciente de mis límites y se acercan peligrosamente, me muevo lo que me dejan las cuerdas, aprieto bien la mordaza, cierro los ojos…y de repente Leo me levanta la cabeza para sacarme la mordaza, de forma que dejo escapar un jadeo más que evidente, lo cual parece motivar a ambos, de forma que Carlos aumenta el ritmo y Leo se inclina a besarme, lamer mi cuello, mi pecho, morderme…ni dos minutos pasan hasta que se me escapa el primer gemido, recibido con una celebración, ya que a partir del primero ya no hay vuelta atrás. He dejado de resistirme, y empiezo a gemir y jadear mientras suplico que se detengan, prometiendo lo que haga falta y sin estar del todo segura de qué digo ni qué oigo. Pero no se detienen, y me muevo de forma que la mesa, y mi integridad, peligran…

-Pide permiso antes de correrte, zorra.

-Aaaaaaah poooooooorrrffff favoooooor déééjame…

-¿Qué te deje, qué?

-Co…cooorrerme…

-¿Qué más?

-Eeeeeeh…?!!

-Que si te parece forma de hablarme, puta.

-¡¡Ohhh joder!!

-Recibo una bofetada, no sé de quién.

-Vamos…

-Looo sss, sssiientoo seeñoress, leeees pido, aaaaah….les, leees pido que me, que me dejen correrme…

-¿Por?

-Poooorque, porque looo necesiito, estoy llegando aaaaaa mi limite y si no aaaah, acabaré ha, haciéééndolo sin peerrmiso…

-¿Serías tan zorra de correrte sin permiso? ¿¿¿Tan caliente andas???

-Sííííí mi señor, caaaalentísima y agradecida, y más que lo estaré siiiii me lo permiten…

-Muuucho mejor…córrete si quieres anda…

Pero eso no cambia nada, aunque me corro, ni Leo ha dejado de besarme y jugar conmigo, ni Carlos de masturbarme, y no puedo dejar de gemir, gimotear, suplicar…ya apenas hablo, sólo me muero una vez tras otra, hasta que acabo gritando mientras dos lágrimas me resbalan por la cara…

-Alucinante.

No sé cuando han parado de torturarme. Ni cuánto tiempo necesité para volver del limbo. Pero abro los ojos y estoy desatada, tendida sobre la mesa, completamente agotada. Efectivamente, me siento mucho mejor.

-De verdad que sí.

Cuando recupero un poco la capacidad de asociar ideas, veo el efecto de mi pequeña tortura. Alma se ha tumbado en el sofá con las piernas abiertas, y mantiene tu cabeza pegada a su coño haciéndole uno de los mejores cunnilingus de su vida (para algo tiene que valer que estés conmigo, ya que no te feminizo…), entre suspiros y jadeos. Tú estás empalmadísimo, aunque realmente no sé si sigue siendo por lo que antes hacía Alma contigo o por mi espectáculo particular. Laura está masturbándose en el sofá con los ojos cerrados y como si en ello le fuera la vida, y Carlos está completamente agotado, sentado en el suelo, con un bulto considerable en los pantalones pero con el brazo demasiado atrofiado como para hacer nada, apoyando su cabeza en mi pierna y la espalda en la mesa…y Leo…¿Dónde está Leo?

-La princesa volvió en sí…-Leo está radiante, con una erección más que visible, sonriente, encantado, y entrando por la puerta de la cocina.- Ten, bebe anda, que seguro que estás seca…

Al acabar de beber, Leo se me acerca y me tiende una mano para levantarme. Me fallan las piernas y hasta me mareo, así que me coge, y me lleva camino de una de las habitaciones.

Alma mantiene tu cara bien pegada, de forma que hasta te cuesta respirar, pero sabes que es porque estás a punto de hacerla acabar, así que, sin asustarte ni apartarte por esa falta de aire, subes el ritmo hasta saborear todos sus jugos mientras oyes como se desmadeja ante ti, como una muñequita rota, la chica que antes era tan durilla.

-Eres un perro maravilloso, ¿Te han enseñado o estoy a lo hacías tú así?

-Lo hacía antes de conocerla, pero no así. A base de ensayo y error, muchas veces me hace estar así, sin manos, hasta que consigo algo. Y con el aguante que tiene, juraré donde haga falta que hasta he tenido agujetas en la lengua…

-Hmmmm bueno, dame dos minutos que ahora vuelvo contigo-te dice mientras se gira en el sofá para acurrucarse. Tú bien enseñado, te acomodas y acercas una mano hasta tocarle la cara, para ver si rehúye tu contacto, o, como yo, lo acepta, y después de algo así, incluso lo necesita. No consigues saber si lo necesita, pero gira su cara hacia tu mano para apretarla contra su hombro y darte un beso.

-Enseguida vuelvo contigo…tu Ama me hizo prometer que lo pasarías bien, que no lo olvidarías…y que iba a cuidar de ti…

¿Secretos?

¿Qué cosas damos por sentadas y no son ciertas?

-El del BDSM es un mundo oculto, un tanto romántico, tabú, peligroso. ¿Seguro?

No tiene por qué ser peligroso en ningún momento. A menos que consideres peligroso el hecho de que quien no quieres que lo sepa, lo descubra. Pero, ¿Por qué no quieres que lo sepa?

He encontrado ya algunos amigos, y conocidos, que en vez de escandalizarse, me preguntan. Que incluso se deciden a probar porque yo se lo describo como lo vivo: algo perfecto. Estoy feliz porque una pareja andaluza, con la que yo tengo amistad a través del chico, ha empezado a hacer algún pinito, y me preguntan, y me cuentan, y lo disfrutan, y están súper unidos, y súper contentos (súper,súper, ains). Y me encanta la ventaja indiscutible de la chica: no se cela de mí, no pensó que yo fuera una zorra que le quisiera quitar a su chico hablándole de perversiones en ningún momento. (Un besazo para ambos :D)

Desde luego para mí tiene las características del amor romántico de Bécquer. Quizás no sea trágico, o no correspondido, pero es dependiente, apasionado, casi enfermo, idealista. Negro y rojo. Perfecto.

Ojalá no estuviéramos obligados a andar por las sombras. Aunque seguramente parte del morbo también sea ese. La doble vida que muchos llevamos :).

- El Dom domina, el sum se somete, y el switch es un comodín.

Y yo un comodín, ¡¿Por qué?!

Ya no me meto en que hay quien a veces prueba a cambiar su rol aunque sea, teóricamente, sólo una cosa. Pero eso de que un switch pueda cambiar el chip fácilmente, venga...

Nadie, por mucho cuentos que cuenten, es 100% switch (es decir, 50% Dom, 50% sum). Aunque sea una proporción 49%-51%, siempre va a haber un lado que nos pueda. Y quizás con algunas personas, ni siquiera seamos capaces de cambiar. Puede que porque nos encante pensar en tenerlo a Nuestros pies. O porque deseamos estar a los Suyos. Y no hay opción, no sale, no se puede.

No nos forcéis, somos los más libres y los que más miedo tenemos a que nos aten a uno u otro lado si no queremos :)

domingo, 21 de noviembre de 2010

Entregada (Primer intento de poesía)

No vale ser muy crueles..;)



Búscame en tus ojos que allí estoy perdida,

cambia mis cadenas de miedo por acero


solo tu aliento me trae la vida

a donde no hay explicación, sólo momentos…



Te entrego mi piel para que la pintes

de fuego, de cuero, de beso o de miel.

Te doy mis labios para que los hagas

besar como una mujer.


No existe orgullo ante tu sonrisa,

ni jactancia ante aprobación.

Sólo el placer de ser sumisa

y musa de tu devoción.



Y , ¿Qué más da quién opine

si mi deseo es amor,

si daña que me dominen,

o si es sana mi pasión?



No existe lo que yo era,

sólo existe lo que soy

una diosa para el mundo

y una sierva de tu amor.



En tus brazos poderosa,

y a tus pies, soy de cristal.

Sólo busco poder darte

lo que llegues a soñar.



Y si en sueños te parece

que dejaré nuestro juego

hazme beber de tus labios

un dulce trance de fuego.



Me entrego al único Amo

al que he de obedecer,

siendo fiel al hedonismo,

soy esclava del Placer.

Desengaños

Ya no sé si me puede más el miedo o el deseo, pero desde luego vivo aterrada, un desengaño tras otro me lleva a pensar si la gente que endulza o sala mis días serán de verdad como yo los veo.

Porque duele que una persona te use como una broma, sexo gratis y como él/ella lo quiera. Nada de dominación, ni morbo, ni lujuria, ni deseo. Una chorrada maquillada de sesión de la que tú no te llevas nada más que una decepción. Un polvo fácil. Un falso Amo. Nunca te sometas a quien te dice que debes hacerlo porque se ha colgado el cartel de Amo. Dedícate a conocer a la gente, atrévete, sé abierto, y si te sometes ante esa persona, será porque lo haya conseguido, porque te ha sometido, y no ha tenido que pedirte que lo hagas.

Duele también que una persona te use, poniendo a prueba tu control, en la que vuelques tu cuidado y dulzura para no asustarlo y abrirle este mundillo de forma fácil, con la que imagines situaciones, la calmes, y en realidad sólo quiera sacarte del cajón de los juguetes cuando esa persona decida, y cuente sólo con su tiempo y ganas. Un juego estúpido. Un falso sumiso. No creas que por resultar al principio afín y mimos@, es una persona que vaya a merecer la pena, que vaya a tener en cuenta lo que le hayas ido intentando explicar: quizás seas sólo su nuevo capricho. De nuevo, atrévete a conocer a mucha gente. Ya veremos si quieren entregarse a ti pasado el tiempo. Ya veremos si te vuelven loco.

Me reitero en que, encima, siendo switch, pisando los dos lados de la línea, teniendo que ejercer un control mayor para no imponer un rol sobre otro cuando no se debe, duele más, cuesta más, y es más mierda, con perdón, aún. Harta de tonterías, harta de desengaños. Me quiero ir a Madrid -.-

¿La zorra de quién?

Me apenaría no colgar los relatos que he ido escribiendo, aunque este ya poco merezca la pena, ya que a pesar de tener segunda parte, e incluso la mitad de la tercera, esta historia se ha marchitado antes de llegar a florecer, y no quiero seguir escribiendo por quien empecé esta saga...

____________________________________________


"Sigo pensando por qué diablos he accedido a esto…por más que doy y doy vueltas, no sé me ocurre en qué momento ni por qué razón me pareció bien…y encima tendrás los huevos de venir a jugar conmigo…¿No te digo? Ahí que estás…con las ganas que tengo de no mirarte a la cara…maldito el momento en el que me dejé liar…"

La sala realmente es preciosa, Alma se lo ha currado. Muy, muy guay, ya he estado otras veces aquí tomando algo y nunca pensé que pudiera dar tanto juego…bien por ella.

Unas luces bajas, cojines por el suelo, los sillones y el sofá haciendo una C para que el espectáculo quede bien a la vista de cualquiera, amigos de confianza, bebidas bien frescas y servidas al instante…una delicia. Pero tenías que ser tú el espectáculo…

"Lo hablamos mil veces. Que yo soy switch. Que me cuesta cambiar el chip. Que no tengo ni la mitad de la experiencia para enseñarte todo lo que puede dar de sí alguien como tú. Que he estado arrodillada más veces de las que he tenido a alguien lamiendo mis tacones…Y que yo domino hombres.

El máximo interés para mí en este papel no es dominar nenitas. No me gusta la feminización. Que para eso buscaras a otra. Y sin embargo te quedaste aquí. Porque me quieres a mí, dices…yo te digo que es por puro morbo…pero siempre me ha gustado ser morbosa, siempre he disfrutado de las reacciones a mi alrededor…y me encanta que te mueras por venir a arrodillarte ante mí sólo por lo que disfrutas…sabes que en el fondo me encanta que disfrutes, y que no puedo negarte todo lo que querría…

Hubiera disfrutado mucho esta reunión si no fuera por lo blanda que soy a veces…Tenemos el gusto de estar reunidos con buenos amigos amantes de los juegos…Carlos, un buen amigo Dominante, con su pareja actual, Alma, mi niña, que también es switch, Leo, el nuevo chico de Alma…y tú, mi niño…presentándote ante nuestra pequeña familia morbosa…y llevándome por la calle de la amargura.

Te dije que si querías probar la feminización, sería bajo la tutela de Alma…y ahí estás…labios pintados, rimmel y sombra de ojos, tacones, un corset, medias, y un tanguita que por supuesto te oprime en lo más sagrado y te está volviendo loco…"

Llevas "puta" y "zorra" escrito en la cara y en el culo…y por ahora, a pesar de la vergüenza inicial, veo de sobra que lo disfrutas…y a mí me da una rabia horrible verte. Que conste que me da igual quién practique la feminización, lo respeto totalmente…sólo me llevan los demonios por estar delante en esta ocasión…

Leo está deshaciéndose en atenciones conmigo y realmente es un lujazo tener su cuerpo totalmente a mi disposición, realmente es un tío increíble, de guapo, de inteligente, de todo…estoy sentada en uno de los sillones con él de rodillas en el suelo, y mientras le dejo libertad para entretenerme, que empieza a hacer incorporándose para besarme el cuello desde detrás del respaldo, sigo sin poder quitar los ojos de la escena central, donde estás tú, mi niño, chupando el plug que Alma te ofrece, preguntándote si te gusta, como la zorra que ahora mismo eres, y se te ve encantado…

-Mi señora…-Leo me saca de mis pensamientos.

-Dime, cielo.

-Permiso para hablar con franqueza…

-Habla, si no me gusta lo que oigo ya veré qué hacer contigo, no me quieras quitar la diversión así…

-Por lo menos deja que sea directo sin enfadarte, que esto del protocolo…

-No te preocupes, ya sabes que a Alma le encanta cuando organiza estas cosas, que seamos todo lo roleros que podamos, pero aquí estamos tú y yo, y sabes que paso bastante…me molesta más lo que tardas en hablar.

-Bueno, quería hacer una observación, y luego preguntarte algo…

-Esto va para largo, ¿Cierto?-Me mira sonriendo- entonces vamos al sofá a que te sientes tú también…

Carlos, mientras tú recibes lo que tanto has estado buscando y yo hablo con Leo, está embobado con su niña sentada en las piernas, hablaaaando y hablando desde hace ya una hora…qué aguante tiene la pobre mujer.

Cuando me incorporo, Leo me soprende forzándome a caer hacia atrás para cogerme en brazos y llevándome así al sofá. Mira a Alma al pasar por donde tú estás arrodillado lamiéndole la mano, como una dulce perra, y no entiendo nada en absoluto del juego de miradas que se traen, empiezo a sentirme en medio de una broma e insisto.

-Leo tienes un minuto para empezar a hablar, o me voy a encargar de no concederte tregua y enseñarte a usar esa lengua tan afilada que tienes como es debido.

-No hay nada que me apetezca más ahora- sonríe- pero quiero hablar antes. Se te ve a la legua que lo que estás viendo no te gusta, y quiero verte disfrutar como siempre. Háblame.

Mientras dice eso, se arrodilla entre mis piernas y coloca sus manos en el borde de mi vestido, esperando mi permiso. Cuando le señalo que puede seguir, sube mi vestido y aparta mi tanga, hundiendo su lengua en mi coño arrancándome un suspiro.

-Hmmmm cerdo, así no hay quien hable…pero no, no te equivocas…no me gusta. Nunca tuve problemas en verlo…o incluso ayudar en alguna ocasión…pero ver a Mi niño feminizado, no me está haciendo gracia.

-Realmente tu niño ahora es una zorra, cariño, deberías aprender a disfrutar de eso- Alma interviene guiñándome un ojo, parece que hablo demasiado alto…o que ella está demasiado atenta…- Dile a tu Ama lo que eres, vamos.

-Mi Ama soy una zorra-veo como Alma se coloca detrás de ti con el plug en la mano- ¡Aaaah…! U…uuuna zorrita, humillada por la señora Alma…

-Y supongo que disfrutarás siéndolo…

-Si mi Ama, lo disfruto aaaaaaaunque…¡Aaah, por favor más suave!, aaunque hay cosas más duras que otras…

-Alma, digas lo que digas yo no voy a saber disfrutarlo nunca, no me gusta para los míos. ¿Qué hago yo con una zorra en casa?

-No sé, lo veo útil limpiando. Y lamiendo. Díselo, puta. Dale el espectáculo a tu Ama, que no te ha visto bien.

"¿Que no lo he visto bien? Maldita sea Alma no me tortures…"

Caminas a cuatro patas hacia mí, con la mirada baja, y das una vuelta sobre ti mismo para que aprecie bien los detalles. Un plug de cola recién metido en tu culito casi virgen, los insultos, los borrones de maquillaje de haber estado babeando y lamiendo por todas partes, tu mirada perdida de lujuria…entonces Alma te pone de espaldas a mí, de forma que apoyo mis pies, con los tacones de aguja bien clavados en tu espalda, mientras ella se coloca un arnés que con el que empieza a follarte la boca.

"Joder, completamente empalmado, no puede ser más obvio…"

-Alma, traémelo cuando vuelva a ser un tío. Tu zorra no me interesa.

Me miras preocupado, aunque realmente sabías que yo te estaba concediendo esto, y no lo disfrutaba…y sabías que me habías forzado a aceptar con tanto insistir…¿No será que ahora tienes miedo de que no te quiera a mi lado más?…realmente te lo merecías, estás dando el espectáculo, meneando el culo de un lado al otro, muriéndote por que te dejen lamer lo que sea…

-Por cierto Leo, haces maravillas con esa boca, es difícil mantener la compostura…Y hablando de eso, tú, levanta y dime qué más querías decirme.

-Que quiero explorar la dominación. Me encanta estar en vuestras manos, pero hay una mujer que me destroza de deseos encontrados…y mi señora Alma me ha dado permiso para expresarlo.

-¿He de asumir que ya que me lo dices a mí, soy yo?¿Querrías someterme?

-Es lo que más quiero desde hace uno o dos meses…

miércoles, 6 de octubre de 2010

Dominación de un switch (2)

Cuánto tiempo necesitaste para entenderme…cuánto para asumir que todo yo era verdad. Te pusiste a rebuscar como una cría intentando encontrar qué era eso en el BDSM que tanto te atraía, y no sabías por dónde empezar. Lógico recurso, Internet. Y maldito también, ¿No crees?

Te enredaste en redes de las que nada sabías confiando en que la gente tratara este mundo de la misma forma en que lo tratabas tú. Sincera, curiosa…Yo no sabía que ya estabas por aquí aunque en el fondo, no diré que estaba seguro…pero confiaba en que existías.

Si lo hubiera sabido…quizás habría sido otro de tus primeros desengaños. Pero no puedo evitar pensar que me hubiera sentido igual que ahora, y tú te habrías sentido así también. No puedo evitar desear dar marcha atrás al tiempo, y ser tu primer contacto cuando entraste a curiosear sin saber qué buscabas. Porque realmente, cuando llegaste a mí, no eras un muñequita rota...solo porque simplemente nunca podrías serlo. Pero sí una niñata creída, capaz de crispar los nervios al más paciente…que se escondía detrás de eso de todos los desengaños que le brindó el maldito anonimato de la web. Qué rápido te calé, y cuantísimo me costó que confiaras en mí…gatita…

La idea de un tercer papel a interpretar, el de los switch, te atrajo tanto y te despertó de tal manera, que no pudiste evitar, tras ese velo de ponerme en duda constantemente, centrar en mí tu atención. No pasaba nada, yo siempre he sido paciente…ya me vengaría en esa piel blanca de que me hicieras ganar tu confianza de esa forma tan pesada…

De todas formas, tanto hablar me sirvió para conocerte tan profundamente, que aparte de amarte como nadie, te conozco mejor que cualquiera…por lo menos, en lo que a nuestro juego se refiere…y después de visitarnos un par de veces, hoy al final te tengo aquí, arrodillada y desnuda ante mí, persiguiendo mi polla como si en ello te fuera la vida…o sin como…

Llevo desde que llamaste a la puerta muriéndome de ganas de dedicarme a ti, ni como Señor ni como sumiso…sino sólo como amante…tu mejor y más fiel amante, gatita. Y tú lo sabes. Aún así, no pienso hacerlo, ya que por fin es hora de que te sumerjas en este mundo, mi mundo…

Pero esta vez, de mi mano…

Retrocedo haciéndote perseguir mi polla burlándome de tus movimientos, hasta apoyarme en la mesa del comedor, y ahí me permito disfrutar de esa boca que tanto se ha permitido rebelarse contra todo, de esos labios finos y esa lengua, sólo mía.

-Hmmmmm pero como me gusta, perra…

- Gracias, mi Señor

Te miro con la mejor cara de asco que consigo poner a esos ojos…

-¡¡¡Pero que haces, no te he dicho que dejes de chupar en ningún momento!!!

Aunque regresas enseguida a tu tarea muerta de ansiedad, no pienso dejarlo ahí. Menuda tontería. Aparto tu boca de mi polla y te recuerdo que tienes el honor de estar ahí arrodillada, y que mi leche tiene que ser adorada por ti como el más divino manjar…porque es lo que vas a comer estos días...Tú con la boca abierta me miras muerta de deseo, pides perdón y suplicas que te deje continuar…creo que por ahora me voy a reservar la bofetada que te tenía preparada.

Dejo una mano apoyada atrás mientras con la otra te empujo al primer punto de todos los que he remarcado cuando hablábamos…tu primer facefucking. Me desentiendo de todo sentimiento mientras a cada inhalación mía tus arcadas e intentos de separarte se van convirtiendo en deleite y morbo para mí, que por fin, por fin, por fin, he conseguido que te entregues a mí…aunque aún no sepas nada.

Después de todos tus desengaños he vencido tus barreras…y al fin eres mía…para modelarte a mi antojo y hacerte…perfecta.

Decido esperar a darme el gusto, y te separo de mi polla mientras te miro a la cara, y te hago subir a la mesa donde estaba apoyado. Te desato las muñecas de la espalda sólo para atar cada uno de tus miembros a una de la patas de la mesa, y observarte atada bocabajo con los miembros en forma de aspa.

Acerco mi mano a tu boca, y tu empiezas a lamer como la puta que yo sé que eres.

-Se ve que te he asustado al llegar, gatita.

Sigues lamiendo mirándome los ojos con tu mejor cara de niña buena. Pero yo te he hablado. Igual habría sido mejor no guardarme la bofetada de antes…ante la duda, te la doy ahora.

-Que hables.

-Igual un poco, mi Señor.

-¿Me tienes miedo?

-Tengo miedo a no poder escapar si me duele algo, pero no a vos, Señor.

-Haces muy mal…

Te coloco en la boca una mordaza de anilla, de forma que tu boca queda irremediablemente abierta, y dejo bajo tu cara un paño…

-Apuesto a que no tardarás en dejarme la mesa perdida de babas, parece ser que las perras como tú no podéis evitar tener la boca abierta…¿no?

Sonrío ante el intento de respuesta que me das, y dejándote así salgo de la habitación, voy a buscar algo con lo que poder jugar contigo, y a ver en qué hago tiempo mientras tú te pones poco a poco más nerviosa.

Vuelvo a tu lado con diferentes opciones para castigar ese cuerpo que tan poco acostumbrado está a someterse, y finalmente me decido por la vara, sé por lo que me has contado que no te gusta, pero la opción de ver tu culo rebotando y enrojeciéndose ante ella me privan.

Empiezo acariciando tu espalda con la punta de la vara, recorriendo la línea de tu columna y la uso para pincharte y separar tus nalgas, disfrutando el espectáculo involuntario que me das, mientras te retuerces intentando verme…y decido empezar. El primer varazo cae estallando contra tu piel y arrancándote un gemido, de haber tenido la boca cerrada quizás habrías podido contenerlo.

-Si no fueras así de difícil esto se transformaría…

Noto que lo que me quiere decir puede resultar interesante y te separo la mordaza de los labios.

-¿No me azotarías?

-Qué tonta. Haría lo que quisiese.

-¿Entonces?

-Dejaría de ser un correctivo.

-Pero si siguieras haciéndolo no se transformaría en nada.

-Para mí, sí. Pasaría a ser diversión…-vuelvo a colocarte la mordaza y te beso la frente.

Empiezo a tantear tus piernas y tu espalda con la vara pero no puedo evitar volver a por tu culo, disfrutando de su movimiento y del color que va tomando…es doloroso pero no excesivo, y una vez tu piel entra en calor pareces soportarlo mejor. No soy un sádico, así que decido cambiar…

Te coloco un cojín en el vientre haciéndote dejar el culo en pompa y calmo su calor, primero con mis manos y después con mi lengua, oyéndote suspirar, y cojo un consolador anal fino, ya que ese culo tan mío todavía es virgen, y no tengo intención de rompértelo, mientras que no me provoques. Te lo acerco a la boca y tú me miras, los ojos brillantes tanto por la postura como por los azotes, como por la vergüenza.

-Saca la lengua.

Con dificultad sacas la lengua a través de la anilla, mientras te aviso que, cuanto más lubricado, menos dolor, así que durante unos minutos tengo el placer del espectáculo de mi perra, atada y desnuda, con la espalda, las piernas, y sobretodo el culo, marcados por mi vara, la boca inexorablemente abierta, ensalivando el objeto que pasará a martirizarla en poco tiempo, como si no hubiera nada más en su mundo. Conteniendo las ganas de sacar esa mordaza y empezar a usar esa boca en mi polla, visiblemente dura y erguida, te la paso por la cara mientras sigues lamiendo, apartándola cuando parece que la lengua va a por ella, mientras me miras a los ojos, quemándome por dentro, mi niña.

Vuelvo a tu espalda y compruebo lo húmeda que estás, y me dedico a jugar con tu coño lubricando aún más si cabe el consolador, realmente no pretendo hacerte daño. Apoyándolo en la entrada tan prieta del ano, mientras lo voy lamiendo y abriéndolo bien, voy empujándolo para que entre poco a poco mientras te oigo gemir y protestar. Una vez metido hasta donde considero oportuno, te muerdo suavemente y me dedico a jugar con los dedos en tu raja notando como los quieres aprisionar.

-Pero cómo puedes ser tan cerda. Estás atada, amordazada, te he azotado, y te he metido un consolador por el culo. ¿Disfrutas?

Alcanzo a oír algo así como un "Hí, aaahmo…" muy bajito mientras bajas la cabeza, y me decido a terminar antes de forzarte un brazo, o algo, así que te introduzco de golpe un vibrador bien potente en el coño, y te dejo así, advertida de que no se te puede caer ninguno, mientras arrastro un sillón a tu lateral y me siento para que veas que pienso disfrutar la vista.

Me miras mientras sientes cómo te llega el orgasmo, sabes que debes pedírmelo y lo intentas, pero…puta mordaza, ¿No? Noto cómo suplicas con la mirada, y ya no puedo más, me acerco a ti, te quito la anilla, y antes de que te dé tiempo a pedirme nada o agradecerme nada, te meto la polla hasta notar resistencia, sin hacer caso de tus arcadas. Te cojo del pelo hacia atrás y te miro, los ojos llorosos de las arcadas, la boca entreabierta, a punto del orgasmo…

-…A…A…Amo…

-Córrete para mí, gatita…

Te vuelvo a meter la polla en la boca pero esta vez dejo que seas tú la que lleve el ritmo una vez te llevo por el pelo marcándote el inicio, y me preocupo sólo de dejarme llevar y llegar cerca de cuando lo hagas tú, de forma que noto como te convulsionas abandonada a tu orgasmo apretándome con un poco más de fuerza la polla, y te recuperas a tiempo de recibir mi leche hasta la campanilla.

-Mírame…y traga.

No dejas escapar nada demostrándome que sí lo disfrutas como un manjar, y después sigues jugando con mi polla, demostrándome eso que ya me habías contado, que "sueles continuar después de que se corran porque te parece que lo disfrutan mucho también". Sí que lo hacen, pequeña, o yo por lo menos…

Te saco los consoladores, provocando que te muevas, agitada, y te desato, dejándote adoptar una posición más cómoda, mientras te froto las piernas entre que tú haces lo mismo con los brazos, para recuperar la movilidad, y me quedo mirándote de frente, realmente sin saber si estarás contenta o algo desilusionada por cómo están yendo las cosas…y la verdad, espero no ser tan transparente como parece, porque me miras sonriendo y te me cuelgas del cuello susurrando "Gracias…"

No puedo controlar más mis ganas, y cogiéndote en brazos me enredo contigo en un beso largo, mientras te voy llevando hacia mi dormitorio…

Me matas de deseo, gatita…

jueves, 6 de mayo de 2010

Presentaciones via Internet

Antes de empezar, esto va sobre las presentaciones en Internet, nada que ver con presentaciones reales o sesiones, ok? Sonará reiterativo pero si no igual alguien se me ofende!

Me sorprendió bastante lo difícil que es presentarte, la primera vez que un Dom, o comunidad, te lo pide. Para empezar, realmente el físico importa? Y qué detalles? Hasta qué punto se creerán lo que les dices? Para seguir, interesará más que hables de tu experiencia, aunque sea poca, o que digas que no sabes nada?

Presentarte como switch suele resultar muy inútil en cualquier sitio =S la gente no sabe moverse en este mundillo, en general...

Los Dom comenzaran a pedirte un respeto, o peor, ¿Empezando una conversacion como sum o switch, no os han abierto nunca un privado que decía "de rodillas, perra, presentate y hazlo bien"?. Un respeto sin duda se lo merecen, igualito que los sum, y por ser personas no por nada más. Igualito que el resto. Puede que merezcan menos, porque un Amo, (o Ama, hablaré siempre desde un punto de vista femenino ya que soy una chica, no me acuséis de machista o lo que sea =P) es alguien que domina por sí mismo, no necesita insultarte más allá de vuestra sesión, y mucho menos entra diciéndote que es un amo. Los amos de pega necesitan recordártelo y recordárselo. El de verdad... Simplemente lo es.

Y los sum tampoco son mejores, pretenden que les des ordenes o sometas o llames...no sé, de todo. Y caray, te exigen atencion continuada, que llega un momento que no sabes quien es el que manda, o más bien, quien gusta de someterse.

Aparte, en ambos lados, mentiras como casas! Que no hace falta, caray, te estoy hablando y sólo veo tu nick, qué más da que tengas o dejes de tener...

Se cuentan con los dedos las personas que saben que esto no es un folleteo más duro si no otro tipo de relación. Y ya no os digo los que entienden como hablar con un switch, comiendose su rol. No nos obliguéis a asumir vuestro rol contrario...dejad que fluya =)

Detalle importante, y tema de debate si os interesa...yo cada vez que digo mi edad (ahora mismo 20 años, soy del 90), se me vienen todos al cuello. Entiendo que la carne joven llama y todo eso =) pero, siempre me he planteado, no interesaría más compartir una relacion D/s con una persona más cercana a vuestra edad, posiblemente con más experiencia?

Un beso a todos ^^

Dominacion de un switch (1)

Llego a tu piso con la ropa interior que tú has elegido y cualquier simpleza por encima, en tu status de switch has tenido una sesión con una dom, quizás buena o quizás no, la cosa es que tu cuerpo está en unas condiciones que exigen cosas...delicadeza, cuidado…y venganza.
Llamo a la puerta y desde dentro, sin dejarme entrar, me pasas una venda para que no pueda ver tu situación.
Quizás lleves todavía unas pinzas cruzando tu pecho, no sé, tu sabrás...yo pondré q si, estás desnudo y aun quedan objetos que te dañan y someten.
Sin cerrar la puerta que da a la calle me recuerdas donde estoy, y que mi situación ante ti no es la que debería, así que me quedo en ropa interior, arrodillada, con las manos detrás d la cabeza, como m pediste que fuera en algún momento.
Oigo como te acercas y sin decir nada m levantas la cabeza y m das una bofetada por empezar así, para que sepa que no es un juego, que desde que llame a la puerta tú dejaste de ser un sumiso y que desde que entré has pasado a ser un Señor.
La corriente del pasillo me hace estremecer y notas lo nerviosa que me pone que cualquiera pueda ver mi situación, pero no cierras nada, aún.
Te agachas y noto tus manos en mi cuello colocándome un collar, con la correa que le has puesto me pones a 4 patas ante ti, me observas en silencio, inquietándome, y tiras de mi cadena llevándome hasta un sofá.
Me haces sacar la lengua y empezar a reconocer tu cuerpo, hasta que encuentro unas pinzas en tus testículos, y m paro, no sé qué hacer…pero me sacas del apuro.
Las tengo que sacar con la boca y sin hacerte daño, de lo contrario sufriré tu dolor multiplicado en mi piel.
Pero llevas mucho tiempo con ellas y te voy a hacer daño lo haga como lo haga…
Las voy quitando suavemente y lamo el espacio dolorido con suavidad después.
Una vez termino con tus genitales tiras de mi correa y me subes un poco, hasta que de nuevo con la lengua descubro que en tu pecho hay una cadena, y de nuevo tengo que quitártela.
Cuando ya nada mas te hace daño y he aplacado con mi lengua el dolor me haces sentarme en tu colo de frente a ti como una niña, pero abres las piernas de repente con fuerza, de forma que me fuerzas a mí a abrirlas y a exponerme.
Bajas una mano a mi coño mientras con la otra juegas conmigo atrayéndome, besándome y alejándome de ti tironeando de uno de mis pezones por encima del sujetador …
Compruebas q empiezo a estar húmeda, y m preguntas por qué, si no he recibido nada... humillada alcanzo a decirte que es porque me gusta…
Silencio…bajas mi sujetador hasta debajo del pecho y retuerces con fuerza el pezón con el que jugabas antes…
-¿Qué has dicho?
-Que me gusta…
-¿Cómo?
-Que me gusta…mi señor…
-Mucho mejor, que no se repita…¿Qué es lo que te gusta?
-No se repetirá mi señor, me gusta estar aquí.
-¿Por?
-Porque estoy entregándome por fin.
-Va a haber que trabajar mucho contigo…-Te levantas, me dejas de rodillas frente al sofá, te oigo rebuscar y vuelves.- Repite por qué te gusta estar aquí. Y recuerda dónde estás.
-Porque soy una perra que quiere entregarse y ha encontrado un amo que le enseñe, mi señor, te pido disculpas-por fin entiendo tu juego y me presto a ser buena, quiero evitarme el máximo dolor.
-Eso suena mejor…
Me dices que ahora queda que me muestre, me haces ponerme de pie y terminar de desnudarme para dejarme ver entera, pero yo t pido que cierres la puerta antes, cualquier vecino que pase por el pasillo vería la escena…
No recibo respuesta a eso, solo m ordenas que obedezca, y me quedo desnuda frente a ti
Me haces volverme, inclinarme dejando las piernas rectas, abrir el culo, el coño, ofrecer los pechos...me recuerdas que una vez crucé el umbral paso a ser tu perra y que debo portarme bien…
Te levantas y me dices, ¿así que la puerta no te gusta así?
Con la correa bajas mi cara al suelo y desde esa posición juegas con tus manos, acariciándome y abriéndome, especialmente hacia la puerta, hasta cansarte, sin dejarme pronunciar un sonido, y te sientas en el sofá, dejándome un pie a la altura de la cara.
-Lame, puta.
Alterando lo menos que puedo mi posición me pongo a lamer tus pies hasta que de repente noto cómo te tensas y sin apenas tiempo por el medio una fusta corta el aire y estalla contra mi piel. Así que eso fuiste a buscar antes…No puedo evitar un grito de dolor, y otro fustazo igual de intenso acompaña a la siguiente frase:
-¡Que lamas, puta!
-Sí mi señor, lo siento…
-Ve contando los fustazos mientras lames. ¿Te parecen bien 5?
-Sí mi señor…
-Entonces que sean 10…
Continúo mi trabajo con fruición y cada vez que la fusta cae sobre mi piel apenas paro para obedecer, cuento y sigo. Después de esos dos primeros los fustazos son menos fuertes, y en distintas partes de piel, no quieres dañarme, al fin y al cabo es nuestra perversión y nuestro juego pero sabes que es un juego de dos.
Tiras de la cadena para ponerme de pie, acaricias y observas mi piel caliente y enrojecida y pasas tu mano calmando mi dolor, me coges por la cintura y me besas…mientras tus manos ocultan algo a mi espalda…las vas subiendo y veo lo que esconde esa medio sonrisa que he visto: me pones la mordaza, luego me atas las manos atrás y rodeas mis pechos con la cuerda, me haces inclinarme de nuevo hacia delante de espaldas a ti y me introduces un huevo vibrador.
Me llevas afuera y me ordenas quedarme de rodillas así expuesta en tu felpudo mientras tú dentro observas mi terror a cada ruido del edificio mientras juegas con la intensidad del mando del huevo y me ves temblar.
Cuando te cansas vuelves junto a mí y me quitas la mordaza.
Me haces lamerte los pies solo inclinándome hacia abajo de forma que mi exposición a cualquiera aun es peor
Y me levantas la cabeza para acercármela a tu miembro. Así, apoyado en el marco de la puerta conmigo de rodillas, llegamos a ese punto que tantas veces habíamos hablado y que los dos deseábamos…
Yo empiezo a lamerlo todo con suavidad y rapidez, juego con la punta de la lengua haciendo círculos y aprisiono con los labios la piel hasta que noto como va creciendo en mi boca, me dispongo a hacer lo que tantas veces te he descrito, pero tú te vas alejando y me haces seguirte, arrodillada y atada, alcanzando a lamerte de vez en cuando, hasta que cierras la puerta a mi espalda...y en ese momento, temo que hubiera preferido que estuviera abierta más tiempo...

Hola =)

Una presentación, breve, dicen que si es buena, lo será dos veces, no? ^^

Soy una chica del 90 (20 años ahora mismo =P) enredándose en el mundo bdsm como una switch. Adoro los juegos que dan lugar con una persona capaz de entenderte como tal, y no buscar ni que seas una dómina 24hs, ni que seas una sumisa.

Bienvenido a mi huequecito de red...=)