domingo, 21 de noviembre de 2010

Desengaños

Ya no sé si me puede más el miedo o el deseo, pero desde luego vivo aterrada, un desengaño tras otro me lleva a pensar si la gente que endulza o sala mis días serán de verdad como yo los veo.

Porque duele que una persona te use como una broma, sexo gratis y como él/ella lo quiera. Nada de dominación, ni morbo, ni lujuria, ni deseo. Una chorrada maquillada de sesión de la que tú no te llevas nada más que una decepción. Un polvo fácil. Un falso Amo. Nunca te sometas a quien te dice que debes hacerlo porque se ha colgado el cartel de Amo. Dedícate a conocer a la gente, atrévete, sé abierto, y si te sometes ante esa persona, será porque lo haya conseguido, porque te ha sometido, y no ha tenido que pedirte que lo hagas.

Duele también que una persona te use, poniendo a prueba tu control, en la que vuelques tu cuidado y dulzura para no asustarlo y abrirle este mundillo de forma fácil, con la que imagines situaciones, la calmes, y en realidad sólo quiera sacarte del cajón de los juguetes cuando esa persona decida, y cuente sólo con su tiempo y ganas. Un juego estúpido. Un falso sumiso. No creas que por resultar al principio afín y mimos@, es una persona que vaya a merecer la pena, que vaya a tener en cuenta lo que le hayas ido intentando explicar: quizás seas sólo su nuevo capricho. De nuevo, atrévete a conocer a mucha gente. Ya veremos si quieren entregarse a ti pasado el tiempo. Ya veremos si te vuelven loco.

Me reitero en que, encima, siendo switch, pisando los dos lados de la línea, teniendo que ejercer un control mayor para no imponer un rol sobre otro cuando no se debe, duele más, cuesta más, y es más mierda, con perdón, aún. Harta de tonterías, harta de desengaños. Me quiero ir a Madrid -.-

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