viernes, 26 de noviembre de 2010

¿La zorra de quién? (2)

-No puedo creerlo- ya sonrío, el día me supera.

-¿Te ríes de mí?

-No Leo joder, no me río de ti, sólo que este día está siendo muy rarito.

-Y no me vas a decir que opinas…

-Pues…nah…

-Oh, vamos, no puedes resistirte mucho tiempo y lo sabes…-Leo vuelve a hundir la cabeza entre mis piernas y…y a mí no me da para más…

-Vale vale vale, tú ganas, sal de ahí de una vez, ¡Vicioso de mierda!

-Eh…-dice Alma- …pues no te creas que le quedaría mal eso en el collar…

Leo nos mira mal a ambas. Una cosa es lo que nos guste y otra que no haya confianza entre nosotros, así que se la dejo pasar…pero Alma alarga la mano a la fusta y le da una sola pasada.

-Igual te conviene recordar un poco dónde estamos…

-Lo siento mi Señora, no lo volveré a hacer.

-Niña, contéstale al pobre que has dicho que ganaba, y yo también me muero de curiosidad.

-Y lo sabías.

-Claro que lo sabía-Alma se ríe, ha preparado esto con intención de volverme loca a mí, acabo de vérselo en la cara…

-¿Puedo opinar algo antes?-No sé en qué momento Carlos se había acercado al sofá, pero ahí estaba. Ahora mismo podía no opinar, en lo que a mí respecta creo que el mundo está confabulando en mi contra y éste viene directo a darme un gancho de izquierda…

-Dinos…

-Hace mucho que no estoy con ella a mis pies…y que no siento esa boquita…ni la hago retorcerse…y nunca he tenido la oportunidad de tutorizar una sesión de un novato…

-Y yo hace mucho que no tengo un esclavo abanicándome en la playa mientras bebo un Martini preocupada únicamente por dónde ir a bailar esa noche…Carlos, no seas malo, serían muchos cambios en un solo día, y además no estoy de humor.

Carlos se acerca, zalamero. Te veo arrodillado en el suelo, con Alma sujetando firmemente tu collar, ambos pendientes de esta conversación. Ya sabes todo lo que tienes que saber de Carlos, siempre supo despertar en mí un poco de locura, y habíamos estado juntos, de muchas formas, muchas veces.

-¿Sabes lo guay que sería que tu perra aprendiera de una tan morbosa como tú? ¿Qué viera como cumples cuando estás conmigo?

Ahora mismo, lo único "guay" que se me ocurre es que le caiga algo en la cabeza…¿No tendré ya bastante como ara encima lidiar con él? Mierda, como sonríe. Y Alma. Ay, joder, joder, los adoro, pero ahora mismo los odio tanto…

Alma tira de tu collar y te lleva a un extremo de la habitación, dejándote atado allí, a una argolla de metal bien escondida tras una cortina.

-¿Cuánto hace que lo estáis planeando? ¿Cuándo lo decidisteis?

-Ssssh…-Carlos me pone un dedo en los labios, ¡¡Diosssss!! ¡Se lo mordía!

Ahora es él quien deja a su niña atada, y Alma se inclina a recoger algo que está en el mueble tras el sofá…

-Mira lo que tengo para ti…

Mi collar. Mierda. El hecho a medida que yo creía en mi casita. Más y más mierda, no quiero ceder, tengo tanto que mantener el control para que a ti no te hagan nada que realmente te moleste, como mantenerlo para no gritar de todo lo que tengo en la cabeza.

-Vamos dejad el jueguecito…

Carlos me levanta del sofá, y mirándome directamente a los ojos, baja los tirantes de mi vestido mientras se acerca a dar lo que yo creo que es un beso en mi cuello. Y me vuelvo a equivocar. Me da un mordisco intenso, muy salvaje, y no cesa hasta que me oye gemir de dolor.

-Ése es uno d los sonidos que quería volver a oír…

Y a partir de ahí, ya está. Me coloca el collar bien pegado, mi collar negro y verde…Alma y él terminan de quitarme la ropa, y acercan hasta poner delante del sofá una mesa pequeña, de las de café, donde me tienden, haciendo caso omiso a mis protestas, y siendo inútil que me retuerza y les amenace. Dejan mis manos atadas a las patas que hay tras mi cabeza, y atan cada una de mis piernas a los lados de la mesa, asi como mis tobillos, dejándome bien en el borde, un acceso cómodo, cómodo; después, Carlos coge mi tanga y enrrollándolo me lo mete en la boca. Veo tu cara de flipe…

Alma toma la palabra:

-Bueno, vamos a jugar a un juego. Aquí la niña está agobiada, y se cree que no lo notamos porque no la conocemos, o porque somos idiotas. Y además está agobiada porque nunca hizo una cesión, tiene miedo de lo que te pase a ti –te señala-, está preocupada porque no lo disfrutes, o lo disfrutes demasiado y se lo pidas más veces, Leo acaba de provocarle un shock…Veamos, es obvio que le hace falta relajarse, y…¿Cómo os quedáis vosotros más relajaditos?

¡Te brillan los ojos, cabrón, te he visto!

-Con permiso…

-Sí dime niño, ¿Cómo podemos ayudar a tu Ama?

-Yo me quedo muy relajado después de un orgasmo…

Alma sonríe, pero ya con cara de mala, de viciosa, y de perversa. ¡Y de mala persona! O así la veo yo ahora mismo vaya…

-Exactamente...-se acerca a vosotros y os desata, dejándoos los collares puestos- Sentaos y disfrutad de la mejor cualidad de esta niña, en lo que a sesiones se refiere. Luego entraréis en juego.

Laura, la niña de Carlos, y tú, os sentáis bastante cortados, ya que no sabéis ni qué hacer ni si hacer algo. Leo va a por unas copas, las acerca a una mesa camilla al lado del sofá, y pide permiso para darme de beber antes de empezar. Al recibirlo, me quita el tanga, coge mi copa, bebe, y con la boca llena viene a besarme y dejar en mi boca mi bebida. Cuando trago, lo miro mal, y antes de poder decirle nada, el vuelve a besarme, sonriendo, y cogiendo entre sus dedos un pezón que empieza a retorcerme hasta que me oye protestar. En ese momento, vuelve a dejarme el tanga en la boca y se separa.

-¿Qué, has disfrutado?- Alma lo mira sonriendo.

-Sólo me he quedado con ganas de empezar, señora…

-Olvídate de lo que eres conmigo Leo. Y del protocolo. Dedícate sólo a ella, y considéralo como mi última orden en las próximas horas.

-Hmmm…-Carlos- ése último gemido era otro de los que echaba hoy en falta…

Escupo el tanga y protesto:

-¿Qué pasa, no tengo nada que decir en esto?

Carlos se me acerca y me pone en la boca una mordaza que ata tras mi cabeza.

-Sólo te lo voy a decir una vez. Como Dom, te comes demasiado la cabeza cuando el niño te importa. Y encima se te han venido más cosas encima. Sabemos cuál es su palabra de seguridad, atenderemos a sus gestos y le dejaremos hablar. Así que olvídalo de una vez, y deja que juguemos contigo. Sabes que cuando te sientes una zorra sólo estás entregada al placer, que nada más te preocupa. Relájate, princesa, que vas a volver a ser puta…y no, no tienes nada más que decir. Y Alma, te dije que con el tanga no llegaba, que ésta cuando esta peleona no sabe dónde está el límite.

Nada más decirlo, Carlos alarga la mano hacia la fusta y empieza a recorrer mi vientre. Pero no le pienso dar la satisfacción de oírme más, ni de abandonarme. Ni quiero, ni puedo. Y según lo pienso, mi carita de libro abierto me debe de volver a traicionar.

-Puedes resistirte lo que quieras, cariño-me dice Alma pasando el dorso de los dedos por mi cara-somos 5 contra 1…

Carlos, mientras, había seguido dibujando mi cuerpo con la fusta, y acercándose a mi coño, la desplazó entre los labios, acariciando suavemente, hasta de golpe, metérmela con fuerza. Mordiendo la mordaza, apenas me tensé y por supuesto no se oyó nada más.

-No esperaba menos, puta y peleona. Como siempre.

Saca la fusta y después de pasarla por mi piel, marca unas cuantas cruces de lado a lado de mi vientre tan rápido que apenas se veía la fusta…se ven rojas sobre mi piel blanca, y escuecen horrores…pero sigo prácticamente estática. Te veo con los ojos como platos. Y recuerdo que a ti ya te dolía cualquier cosa algo menos intensa si no era con la mano. Sorpresa…ahora tengo aún más razones para no emitir sonido alguno, que veas lo que se disfruta al no dar el gusto de gimotear. Aunque puede que acabes viendo también el placer de conseguir arrancar sonidos a una cabezota.

-Lo mejor de esta zorra-Carlos parecía estar dando una puta clase- es que por orgullo o por vergüenza puede aguantar cosas así bastante bien. La cosa es saber cambiarle el chip… -mientras decía eso, se inclinó hacia mí, empezando a masturbarme de forma suave, casi imperceptible, y mirando mi reacción-y…ya está mojadita…atentos.

Empieza a hacer círculos sobre mi clítoris con tres dedos, de una forma agresiva, bestial, y al poco me tiene retorciéndome en la mesa, intentando cerrar las piernas. Se agacha a pasarme la lengua mientras empieza a taladrarme con fuerza con dos dedos, con total conciencia de que no soy de cristal y no va a romperme por ser tan salvaje, y entonces veo a Leo junto a mi cara.

-Ostras tenías razón, cómo le brillan los ojos, parece que está a punto de llorar…

-Tú –te llama Carlos- ven aquí a ver cómo usas esa lengua en tu Ama…

Sabes que el oral es mi pasión y mi prioridad, que me abandono fácilmente, que le doy importancia…y has aprendido a hacerlo de forma que a veces tengo que pararte para no derretirme allí mismo. Te acercas, sumiso, pero veo tu sonrisa, y solo alcanzo a fulminarte con la mirada, hoy será lo que sea pero puedo querer vengarme, recuérdalo…

Colocado entre mis piernas, me das un tiempo para respirar tras lo que me ha hecho Carlos. Puede parecer bondadoso, pero sé que realmente lo que haces es esperar a que me calme para que el mérito de lo que pase sea más tuyo que de nadie…y empiezas a lamer, morder y chupar de forma deliciosa y, en esos momento para mí, cruel. Alma aprovecha para recordarte que viniste a hacer allí, y te azota con el culo bien expuesto para ella, impidiéndote usar nada que no sea la boca en mí.

-Cuanto mejor lo hagas, menos durará esto…-ni que te hicieran falta alicientes…aumentas el ritmo pegándote más, de forma que tu aliento me llena y te devuelve mi olor…y se me escapa un quejido.

-Ahí estamos…vuelve al sofá-Carlos retoma su posición masturbándome con fiereza mientras va mordiéndome cerca de vez en cuando, o pasándome la lengua con ternura, sin bajar el ritmo en ningún momento.

Arqueo la espalda, soy consciente de mis límites y se acercan peligrosamente, me muevo lo que me dejan las cuerdas, aprieto bien la mordaza, cierro los ojos…y de repente Leo me levanta la cabeza para sacarme la mordaza, de forma que dejo escapar un jadeo más que evidente, lo cual parece motivar a ambos, de forma que Carlos aumenta el ritmo y Leo se inclina a besarme, lamer mi cuello, mi pecho, morderme…ni dos minutos pasan hasta que se me escapa el primer gemido, recibido con una celebración, ya que a partir del primero ya no hay vuelta atrás. He dejado de resistirme, y empiezo a gemir y jadear mientras suplico que se detengan, prometiendo lo que haga falta y sin estar del todo segura de qué digo ni qué oigo. Pero no se detienen, y me muevo de forma que la mesa, y mi integridad, peligran…

-Pide permiso antes de correrte, zorra.

-Aaaaaaah poooooooorrrffff favoooooor déééjame…

-¿Qué te deje, qué?

-Co…cooorrerme…

-¿Qué más?

-Eeeeeeh…?!!

-Que si te parece forma de hablarme, puta.

-¡¡Ohhh joder!!

-Recibo una bofetada, no sé de quién.

-Vamos…

-Looo sss, sssiientoo seeñoress, leeees pido, aaaaah….les, leees pido que me, que me dejen correrme…

-¿Por?

-Poooorque, porque looo necesiito, estoy llegando aaaaaa mi limite y si no aaaah, acabaré ha, haciéééndolo sin peerrmiso…

-¿Serías tan zorra de correrte sin permiso? ¿¿¿Tan caliente andas???

-Sííííí mi señor, caaaalentísima y agradecida, y más que lo estaré siiiii me lo permiten…

-Muuucho mejor…córrete si quieres anda…

Pero eso no cambia nada, aunque me corro, ni Leo ha dejado de besarme y jugar conmigo, ni Carlos de masturbarme, y no puedo dejar de gemir, gimotear, suplicar…ya apenas hablo, sólo me muero una vez tras otra, hasta que acabo gritando mientras dos lágrimas me resbalan por la cara…

-Alucinante.

No sé cuando han parado de torturarme. Ni cuánto tiempo necesité para volver del limbo. Pero abro los ojos y estoy desatada, tendida sobre la mesa, completamente agotada. Efectivamente, me siento mucho mejor.

-De verdad que sí.

Cuando recupero un poco la capacidad de asociar ideas, veo el efecto de mi pequeña tortura. Alma se ha tumbado en el sofá con las piernas abiertas, y mantiene tu cabeza pegada a su coño haciéndole uno de los mejores cunnilingus de su vida (para algo tiene que valer que estés conmigo, ya que no te feminizo…), entre suspiros y jadeos. Tú estás empalmadísimo, aunque realmente no sé si sigue siendo por lo que antes hacía Alma contigo o por mi espectáculo particular. Laura está masturbándose en el sofá con los ojos cerrados y como si en ello le fuera la vida, y Carlos está completamente agotado, sentado en el suelo, con un bulto considerable en los pantalones pero con el brazo demasiado atrofiado como para hacer nada, apoyando su cabeza en mi pierna y la espalda en la mesa…y Leo…¿Dónde está Leo?

-La princesa volvió en sí…-Leo está radiante, con una erección más que visible, sonriente, encantado, y entrando por la puerta de la cocina.- Ten, bebe anda, que seguro que estás seca…

Al acabar de beber, Leo se me acerca y me tiende una mano para levantarme. Me fallan las piernas y hasta me mareo, así que me coge, y me lleva camino de una de las habitaciones.

Alma mantiene tu cara bien pegada, de forma que hasta te cuesta respirar, pero sabes que es porque estás a punto de hacerla acabar, así que, sin asustarte ni apartarte por esa falta de aire, subes el ritmo hasta saborear todos sus jugos mientras oyes como se desmadeja ante ti, como una muñequita rota, la chica que antes era tan durilla.

-Eres un perro maravilloso, ¿Te han enseñado o estoy a lo hacías tú así?

-Lo hacía antes de conocerla, pero no así. A base de ensayo y error, muchas veces me hace estar así, sin manos, hasta que consigo algo. Y con el aguante que tiene, juraré donde haga falta que hasta he tenido agujetas en la lengua…

-Hmmmm bueno, dame dos minutos que ahora vuelvo contigo-te dice mientras se gira en el sofá para acurrucarse. Tú bien enseñado, te acomodas y acercas una mano hasta tocarle la cara, para ver si rehúye tu contacto, o, como yo, lo acepta, y después de algo así, incluso lo necesita. No consigues saber si lo necesita, pero gira su cara hacia tu mano para apretarla contra su hombro y darte un beso.

-Enseguida vuelvo contigo…tu Ama me hizo prometer que lo pasarías bien, que no lo olvidarías…y que iba a cuidar de ti…

¿Secretos?

¿Qué cosas damos por sentadas y no son ciertas?

-El del BDSM es un mundo oculto, un tanto romántico, tabú, peligroso. ¿Seguro?

No tiene por qué ser peligroso en ningún momento. A menos que consideres peligroso el hecho de que quien no quieres que lo sepa, lo descubra. Pero, ¿Por qué no quieres que lo sepa?

He encontrado ya algunos amigos, y conocidos, que en vez de escandalizarse, me preguntan. Que incluso se deciden a probar porque yo se lo describo como lo vivo: algo perfecto. Estoy feliz porque una pareja andaluza, con la que yo tengo amistad a través del chico, ha empezado a hacer algún pinito, y me preguntan, y me cuentan, y lo disfrutan, y están súper unidos, y súper contentos (súper,súper, ains). Y me encanta la ventaja indiscutible de la chica: no se cela de mí, no pensó que yo fuera una zorra que le quisiera quitar a su chico hablándole de perversiones en ningún momento. (Un besazo para ambos :D)

Desde luego para mí tiene las características del amor romántico de Bécquer. Quizás no sea trágico, o no correspondido, pero es dependiente, apasionado, casi enfermo, idealista. Negro y rojo. Perfecto.

Ojalá no estuviéramos obligados a andar por las sombras. Aunque seguramente parte del morbo también sea ese. La doble vida que muchos llevamos :).

- El Dom domina, el sum se somete, y el switch es un comodín.

Y yo un comodín, ¡¿Por qué?!

Ya no me meto en que hay quien a veces prueba a cambiar su rol aunque sea, teóricamente, sólo una cosa. Pero eso de que un switch pueda cambiar el chip fácilmente, venga...

Nadie, por mucho cuentos que cuenten, es 100% switch (es decir, 50% Dom, 50% sum). Aunque sea una proporción 49%-51%, siempre va a haber un lado que nos pueda. Y quizás con algunas personas, ni siquiera seamos capaces de cambiar. Puede que porque nos encante pensar en tenerlo a Nuestros pies. O porque deseamos estar a los Suyos. Y no hay opción, no sale, no se puede.

No nos forcéis, somos los más libres y los que más miedo tenemos a que nos aten a uno u otro lado si no queremos :)

domingo, 21 de noviembre de 2010

Entregada (Primer intento de poesía)

No vale ser muy crueles..;)



Búscame en tus ojos que allí estoy perdida,

cambia mis cadenas de miedo por acero


solo tu aliento me trae la vida

a donde no hay explicación, sólo momentos…



Te entrego mi piel para que la pintes

de fuego, de cuero, de beso o de miel.

Te doy mis labios para que los hagas

besar como una mujer.


No existe orgullo ante tu sonrisa,

ni jactancia ante aprobación.

Sólo el placer de ser sumisa

y musa de tu devoción.



Y , ¿Qué más da quién opine

si mi deseo es amor,

si daña que me dominen,

o si es sana mi pasión?



No existe lo que yo era,

sólo existe lo que soy

una diosa para el mundo

y una sierva de tu amor.



En tus brazos poderosa,

y a tus pies, soy de cristal.

Sólo busco poder darte

lo que llegues a soñar.



Y si en sueños te parece

que dejaré nuestro juego

hazme beber de tus labios

un dulce trance de fuego.



Me entrego al único Amo

al que he de obedecer,

siendo fiel al hedonismo,

soy esclava del Placer.

Desengaños

Ya no sé si me puede más el miedo o el deseo, pero desde luego vivo aterrada, un desengaño tras otro me lleva a pensar si la gente que endulza o sala mis días serán de verdad como yo los veo.

Porque duele que una persona te use como una broma, sexo gratis y como él/ella lo quiera. Nada de dominación, ni morbo, ni lujuria, ni deseo. Una chorrada maquillada de sesión de la que tú no te llevas nada más que una decepción. Un polvo fácil. Un falso Amo. Nunca te sometas a quien te dice que debes hacerlo porque se ha colgado el cartel de Amo. Dedícate a conocer a la gente, atrévete, sé abierto, y si te sometes ante esa persona, será porque lo haya conseguido, porque te ha sometido, y no ha tenido que pedirte que lo hagas.

Duele también que una persona te use, poniendo a prueba tu control, en la que vuelques tu cuidado y dulzura para no asustarlo y abrirle este mundillo de forma fácil, con la que imagines situaciones, la calmes, y en realidad sólo quiera sacarte del cajón de los juguetes cuando esa persona decida, y cuente sólo con su tiempo y ganas. Un juego estúpido. Un falso sumiso. No creas que por resultar al principio afín y mimos@, es una persona que vaya a merecer la pena, que vaya a tener en cuenta lo que le hayas ido intentando explicar: quizás seas sólo su nuevo capricho. De nuevo, atrévete a conocer a mucha gente. Ya veremos si quieren entregarse a ti pasado el tiempo. Ya veremos si te vuelven loco.

Me reitero en que, encima, siendo switch, pisando los dos lados de la línea, teniendo que ejercer un control mayor para no imponer un rol sobre otro cuando no se debe, duele más, cuesta más, y es más mierda, con perdón, aún. Harta de tonterías, harta de desengaños. Me quiero ir a Madrid -.-

¿La zorra de quién?

Me apenaría no colgar los relatos que he ido escribiendo, aunque este ya poco merezca la pena, ya que a pesar de tener segunda parte, e incluso la mitad de la tercera, esta historia se ha marchitado antes de llegar a florecer, y no quiero seguir escribiendo por quien empecé esta saga...

____________________________________________


"Sigo pensando por qué diablos he accedido a esto…por más que doy y doy vueltas, no sé me ocurre en qué momento ni por qué razón me pareció bien…y encima tendrás los huevos de venir a jugar conmigo…¿No te digo? Ahí que estás…con las ganas que tengo de no mirarte a la cara…maldito el momento en el que me dejé liar…"

La sala realmente es preciosa, Alma se lo ha currado. Muy, muy guay, ya he estado otras veces aquí tomando algo y nunca pensé que pudiera dar tanto juego…bien por ella.

Unas luces bajas, cojines por el suelo, los sillones y el sofá haciendo una C para que el espectáculo quede bien a la vista de cualquiera, amigos de confianza, bebidas bien frescas y servidas al instante…una delicia. Pero tenías que ser tú el espectáculo…

"Lo hablamos mil veces. Que yo soy switch. Que me cuesta cambiar el chip. Que no tengo ni la mitad de la experiencia para enseñarte todo lo que puede dar de sí alguien como tú. Que he estado arrodillada más veces de las que he tenido a alguien lamiendo mis tacones…Y que yo domino hombres.

El máximo interés para mí en este papel no es dominar nenitas. No me gusta la feminización. Que para eso buscaras a otra. Y sin embargo te quedaste aquí. Porque me quieres a mí, dices…yo te digo que es por puro morbo…pero siempre me ha gustado ser morbosa, siempre he disfrutado de las reacciones a mi alrededor…y me encanta que te mueras por venir a arrodillarte ante mí sólo por lo que disfrutas…sabes que en el fondo me encanta que disfrutes, y que no puedo negarte todo lo que querría…

Hubiera disfrutado mucho esta reunión si no fuera por lo blanda que soy a veces…Tenemos el gusto de estar reunidos con buenos amigos amantes de los juegos…Carlos, un buen amigo Dominante, con su pareja actual, Alma, mi niña, que también es switch, Leo, el nuevo chico de Alma…y tú, mi niño…presentándote ante nuestra pequeña familia morbosa…y llevándome por la calle de la amargura.

Te dije que si querías probar la feminización, sería bajo la tutela de Alma…y ahí estás…labios pintados, rimmel y sombra de ojos, tacones, un corset, medias, y un tanguita que por supuesto te oprime en lo más sagrado y te está volviendo loco…"

Llevas "puta" y "zorra" escrito en la cara y en el culo…y por ahora, a pesar de la vergüenza inicial, veo de sobra que lo disfrutas…y a mí me da una rabia horrible verte. Que conste que me da igual quién practique la feminización, lo respeto totalmente…sólo me llevan los demonios por estar delante en esta ocasión…

Leo está deshaciéndose en atenciones conmigo y realmente es un lujazo tener su cuerpo totalmente a mi disposición, realmente es un tío increíble, de guapo, de inteligente, de todo…estoy sentada en uno de los sillones con él de rodillas en el suelo, y mientras le dejo libertad para entretenerme, que empieza a hacer incorporándose para besarme el cuello desde detrás del respaldo, sigo sin poder quitar los ojos de la escena central, donde estás tú, mi niño, chupando el plug que Alma te ofrece, preguntándote si te gusta, como la zorra que ahora mismo eres, y se te ve encantado…

-Mi señora…-Leo me saca de mis pensamientos.

-Dime, cielo.

-Permiso para hablar con franqueza…

-Habla, si no me gusta lo que oigo ya veré qué hacer contigo, no me quieras quitar la diversión así…

-Por lo menos deja que sea directo sin enfadarte, que esto del protocolo…

-No te preocupes, ya sabes que a Alma le encanta cuando organiza estas cosas, que seamos todo lo roleros que podamos, pero aquí estamos tú y yo, y sabes que paso bastante…me molesta más lo que tardas en hablar.

-Bueno, quería hacer una observación, y luego preguntarte algo…

-Esto va para largo, ¿Cierto?-Me mira sonriendo- entonces vamos al sofá a que te sientes tú también…

Carlos, mientras tú recibes lo que tanto has estado buscando y yo hablo con Leo, está embobado con su niña sentada en las piernas, hablaaaando y hablando desde hace ya una hora…qué aguante tiene la pobre mujer.

Cuando me incorporo, Leo me soprende forzándome a caer hacia atrás para cogerme en brazos y llevándome así al sofá. Mira a Alma al pasar por donde tú estás arrodillado lamiéndole la mano, como una dulce perra, y no entiendo nada en absoluto del juego de miradas que se traen, empiezo a sentirme en medio de una broma e insisto.

-Leo tienes un minuto para empezar a hablar, o me voy a encargar de no concederte tregua y enseñarte a usar esa lengua tan afilada que tienes como es debido.

-No hay nada que me apetezca más ahora- sonríe- pero quiero hablar antes. Se te ve a la legua que lo que estás viendo no te gusta, y quiero verte disfrutar como siempre. Háblame.

Mientras dice eso, se arrodilla entre mis piernas y coloca sus manos en el borde de mi vestido, esperando mi permiso. Cuando le señalo que puede seguir, sube mi vestido y aparta mi tanga, hundiendo su lengua en mi coño arrancándome un suspiro.

-Hmmmm cerdo, así no hay quien hable…pero no, no te equivocas…no me gusta. Nunca tuve problemas en verlo…o incluso ayudar en alguna ocasión…pero ver a Mi niño feminizado, no me está haciendo gracia.

-Realmente tu niño ahora es una zorra, cariño, deberías aprender a disfrutar de eso- Alma interviene guiñándome un ojo, parece que hablo demasiado alto…o que ella está demasiado atenta…- Dile a tu Ama lo que eres, vamos.

-Mi Ama soy una zorra-veo como Alma se coloca detrás de ti con el plug en la mano- ¡Aaaah…! U…uuuna zorrita, humillada por la señora Alma…

-Y supongo que disfrutarás siéndolo…

-Si mi Ama, lo disfruto aaaaaaaunque…¡Aaah, por favor más suave!, aaunque hay cosas más duras que otras…

-Alma, digas lo que digas yo no voy a saber disfrutarlo nunca, no me gusta para los míos. ¿Qué hago yo con una zorra en casa?

-No sé, lo veo útil limpiando. Y lamiendo. Díselo, puta. Dale el espectáculo a tu Ama, que no te ha visto bien.

"¿Que no lo he visto bien? Maldita sea Alma no me tortures…"

Caminas a cuatro patas hacia mí, con la mirada baja, y das una vuelta sobre ti mismo para que aprecie bien los detalles. Un plug de cola recién metido en tu culito casi virgen, los insultos, los borrones de maquillaje de haber estado babeando y lamiendo por todas partes, tu mirada perdida de lujuria…entonces Alma te pone de espaldas a mí, de forma que apoyo mis pies, con los tacones de aguja bien clavados en tu espalda, mientras ella se coloca un arnés que con el que empieza a follarte la boca.

"Joder, completamente empalmado, no puede ser más obvio…"

-Alma, traémelo cuando vuelva a ser un tío. Tu zorra no me interesa.

Me miras preocupado, aunque realmente sabías que yo te estaba concediendo esto, y no lo disfrutaba…y sabías que me habías forzado a aceptar con tanto insistir…¿No será que ahora tienes miedo de que no te quiera a mi lado más?…realmente te lo merecías, estás dando el espectáculo, meneando el culo de un lado al otro, muriéndote por que te dejen lamer lo que sea…

-Por cierto Leo, haces maravillas con esa boca, es difícil mantener la compostura…Y hablando de eso, tú, levanta y dime qué más querías decirme.

-Que quiero explorar la dominación. Me encanta estar en vuestras manos, pero hay una mujer que me destroza de deseos encontrados…y mi señora Alma me ha dado permiso para expresarlo.

-¿He de asumir que ya que me lo dices a mí, soy yo?¿Querrías someterme?

-Es lo que más quiero desde hace uno o dos meses…